Monday, December 27, 2010

Las 21 películas del 2010: Parte II


1. Somewhere de Sofia Coppola
2. Un Conte de Noël de Arnaud Desplachin


3. Les Plages d'Agnès  de Agnès Varda

4. Copie Conforme de Abbas Kiarostami

5. The Hurt Locker de Kathryn Bigelow
6. White Material de Claire Denis
7. Carlos de Olivier Assayas



8. Loong Boonmee raleuk chat de Apichatpong Weerasethakul


9. A Serious Man de Joel & Ethan Coen
10. Viajo porque preciso volto porque te amo de Marcelo Gomes & Karim Ainouz


11. Hunger de Steve McQueen

Las 21 películas del 2010: Parte I






12. Año Bisiesto de Michael Rowe
13. Politist, adjectiv de Corneliu Porumboiu 

14. The Social Network de David Fincher
15. Waste Land de Lucy Walker


16. Kasi az gorbehaye irani khabar nadareh de Bahman Ghobadi




17. Celda 211 de Daniel Monzón




18. Un Homme Qui Crie de Mahamat-Saleh Haroun
 19. Las Marimbas del Infierno de Julio Hernández Cordón
20. Vuelve a la vida de Carlos Hagerman

21. An Education de Lone Scherfig



Friday, September 03, 2010

¡Hola soy Saúl, soy ñoño y posteo mi tarea que sacó 10!

Primera tarea de mi hermosa materia Taller de Lectura y Redacción e Iniciación a la Investigación Documental I, que amo con pasión y locura. Tuvo mucho éxito entre los compañeritos y saqué 10 y me gustó y ya había escrito algo parecido en el blog y no me importa y ya. 
Me gustaría poder decir que soy el más inteligente de mis primos, que mientras mi hermana puede ser la más simpática, mi primo Luis el más deportista y mi prima Luisa la más educada, yo me pueda jactar de ser el más listo. Pero no. Porque eso sería decir una mentira, yo llego en un distante segundo lugar, atrás de mi primo Franck de 5 años. Franck es el producto de la neurosis de mi tía abuela y por lo tanto a los 5 años tiene un catálogo de poesías que puede recitar de memoria, sabe leer y escribir a la perfección (un día me entregó una carta con un dibujo donde me escribía que no fuera tan exagerado y me dibujaba ahogándome en mis propias lágrimas), además de ser el único niño de 5 años que te corrige cuando dices que el león es el rey de la selva porque sabe que eso es imposible porque los leones viven en la sabana. Franck es el niño de 5 años más jocoso y chistoso del planeta Tierra.
Cada vez es más común que Franck se quede bajo mis cuidados mientras mi mamá y mi tía salen a comer, al teatro o cada vez que mi tía se cansa de Franck. Porque estar con él y llevar su ritmo es una de las tareas más agotadoras a las que me he tenido que enfrentar, como el día que mientras hacía su tarea me contaba de lo mucho que deseaba tener 13 años, que le encantaba la sopa, me advertía que dejara de gruñar tanto con él porque dejaría de ser mi amigo, me pedía permiso para ir al baño, me cantaba una canción que acababa de inventar y me retaba a adivinar el sabor de Boing que había tomado de la cocina. Todo al mismo tiempo. Fresa, Boing de fresa.
Hace poco Franck fue a mi casa, tan pronto como azotó la puerta de mi cuarto y se arrojó a mi cama, como acostumbra, supe que su extrema afición hacia Diego Go había quedado atrás y había sido remplazada por otro personaje de caricaturas igual de chusco; su playera, su cuaderno, un mono de plástico, pero sobre todo un reloj aparatoso me lo confirmaban, todos tenían a la misma caricatura haciendo la misma pose ridícula con rayos verdes ridículos y muy luminosos a su alrededor. Me explicó que se trataba de Ben 10, un personaje que puede convertirse en 10 monstruos utilizando un reloj como el que él tenía en su muñeca. Ese día no paró de hablar de Ben 10 mientras utilizaba mi almohada como balón de futbol e incluso me obligó a ver un capítulo del programa que sólo sirvió para constatar que Ben 10 era una caricatura ridícula, pero al menos Ben 10 no obligaba a los niños a responder preguntas tontas  de manera aleatoria, Franck había hecho un paso enorme cambiando la pseudo interactividad de Diego Go por las destrucciones cool de Ben 10.
Franck no dejaba de presumir el reloj y no pude evitar pedírselo prestado y tomarme una serie de fotos con él, cada una más exagerada que la anterior. Tan pronto llegó la hora de que se fuera a su casa le di su chamarra, buscamos sus zapatos por toda la casa, tomó el tercer Boing de fresa de la noche y guardó sus cuadernos de Ben 10 en su mochila de Ben 10.
Ni Franck ni yo nos dimos cuenta de que había dejado el reloj sobre mi escritorio.
Esa noche me dormí con el reloj, un poco en broma y un poco mi inconsciente tratando de regresar a los 5 años, cuando convertirse en 10 monstruos era el sueño más grande de cualquier niño. Desperté con la muñeca roja de tanto que apretaba el reloj, lo que me hizo constatar que a los 16 es imposible convertirse en los 10 monstruos de Ben 10…

Saturday, August 07, 2010

Charly

Este post fue publicado originalmente en Tumblr, mi nueva adición en la vida. Vayan a chismosearle por allá, chavos: http://superzoolo.tumblr.com/ 



A los 8 años tuve un pez. Nunca me gustaron los perros, ni los gatos y mi única experiencia previa con animales había sido con un canario que me regalaron mis por mi cumpleaños y que ni nombre le alcancé a poner porque un gato se lo comió la primera noche que estuvo en mi casa. En fin, el pez se llamaba Charly, era naranja (era un Pez Dorado, pero todos sabemos que los peces dorados NO son dorados y entonces decidí que Charly no iba a ser un Pez Dorado sino un Pez Naranja. Ps qué.) y yo lo amaba de verdad. Le daba de comer y me quedaba viendo cómo se acababa su comida, le contaba cómo me había ido a la escuela y le preguntaba cosas. Y yo hacía como que él contestaba y era feliz. Eramos felices.
Un día, después de la escuela, me avisaron que mi bisabuela había muerto. Nunca llegué a conocerla bien y ella tampoco a mí entonces no me importó mucho. Le conté a Charly eso de que me preocupaba que no me importara la muerte de mi bisabuela. Una señora que ahora sólo puedo recordar vagamente tocando el piano en alguna fiesta familiar o en fotos de más de medio siglo. Seguro Charly me dijo algo muy sabio y me quitó la preocupación y entonces nos pusimos a hacer la tarea de español.
Charly era mi mejor amigo en el universo y apenas tenía una semana de estar en mi cuarto. Un día mientras platicábamos noté un poco de sangre que salía de él, una herida pequeñita, apenas perceptible, me preocupé mucho pero mis papás me dijeron que seguro era por el agua. O una babosada así que dicen los papás.
Un día después de la escuela llegué a mi casa y me dieron una de las peores noticias en la historia del mundo:
“Saúl, Charly se murió”.
Lloré por días. Mis papás me decían que no fuera ridículo, que no había llorado por la bisabuela muerta y por Charly derramaba mares de lágrimas, que se me iban a caer las pestañas y que de llorar tanto se me iba a acabar toda el agua de mi cuerpo y me iba a quedar seco. Seco por dentro. Pero no me importaba, era lo peor que me había pasado en el mundo mundial. Oh Charly, era tan bello.
Ustedes se preguntaran, ¿a qué todo esto? ¿por qué en Tumblr? ¿tuviste otro pez naranja como Charly?
Todo esto viene a colación (venir a colación, qué bella expresión) porque 1) hace poco me puse a pensar que si Charly siguiera vivo entonces a él le contaría todo lo que me pasa en el día y cosas así, no habría necesidad de tener tuíter, ni blog, ni Tumblr, ni mundo real, sólo Charly y yo 2) esto iba a ser un chiquipost (porque en Tumblr sólo se hacen chiquiposts, pasmados) sobre cómo me obsesiono por muchas cosas y son obsesiones pasajeras y poco duraderas, la más nueva el Tumblr y de repente me acordé de Charly y llegó un mar de recuerdos (¿entienden? mar porque Charly era un pez y los peces viven en el mar… DUH) y 3) nunca es mal momento para recordar a Charly.
Y no, mis papás no me quisieron comprar ninguna otra mascota nunca jamás. Y mejor por mí, así Charly jamás fue desplazado por un perro estúpido, un conejo baboso o un perico sin chiste. 
*Aquí iría una foto de Charly pero nunca le tomé una, ESNIF*

Thursday, June 24, 2010

Post desde clase de matemáticas, pero ni es clase de matemáticas porque es clase libre y no es post porque parece más un tuit. Eso.

No tengo ni fóquin idea de porqué vine a la escuela y tengo sueño y no me he bañado desde.. desde.. NO MAMAR, mejor ni les digo (es que algo pasa en mi casa y no hay agua caliente y ps así yo no juego, chavos), estoy cansado milochomil de venir a clases y los compañeritos me caen más pior.

Ya quiero que sean vacaciones porque entonces podré ver las no...

*Llega mi amigui de a lado y me enseña su blog y me quedo chacoteando con ella y entonces dejo de escribir y se termina la clase y entonces debo un post y blablablabla (dice mi amigui que diga algo de su cómic, luego me dice que no ponga esto porque quiere que lo diga solito y ps qué pasada, güeys. Pos ésta) y soy mal bloguero y no los merezco (bah.. sí)*
Bái.

Thursday, May 20, 2010

Amargura mil, weyes.


Tonta hoja en blanco. Tonto blog que no se actualiza solo. Tontos libros. Tontas tareas. Tonta ñoñez. Tontos DVDs que se acumulan en el escritorio. Tonto Tuíter. Tontos todos, por su culpa no he blogueado y ahora me siento culpable porque ahora me siento OBLIGADO a escribir sobre un chingamadral (jiji chingamadral jiji) de temas, anécdotas cotorronas, ñoñeces, ya saben.
Podrán (o no podrán, ¡jo!) haberse dado cuenta que no he posteado en siglos y siglos de siglos de siglos de siglos. Seguro les tiene sin cuidado, pero pos a mí no, compas. Yo ando re preocupado porque si no posteo, entonces ¿qué carajos estoy haciendo con mi vida? A ver, díganme, ¿qué? Debería tener una buena excusa, debería de venir a contarles una historia cagada de algo que me ha tenido muy ocupado y entonces entenderían y dirían algo como: "Oh vaya, ese muchacho, tan ingenioso, tan gracioso y simpático que no me importa que me haya privado de su encantos y hermosas palabras".
Pues no, fíjensen.
Vengo a compartirles unas cucharaditas de mi amargura adolescente, tan estúpida y genérica.
Ahora que lo pienso es una manera babosa y fácil de regresar al blog, llegar y decir "oh soy adolescente y sufro, todos mírenme, tengo 15 años y me siento incomprendido, weeeeeys".
Ámenme.

  • Justo hoy falta un día, una semana y un mes para que termine el ciclo escolar. Y mi secundaria. Y me despida de varios de mis compañeritos para siempre.
De un algún modo muy abstracto –pero mucho, güeys, como pinche cuadro de Jackson Pollock- es triste, no porque los vaya a extrañar ni porque quiera que se queden conmigo para siempre y compartamos nuestra inadaptación adolescente y así, o me caigan bien o porque "recordaré aquellos momentos que pasamos juntos como los mejores de mi vida, we".
NO.
Me acostumbré a verlos, a burlarme de ellos porque son babosos, a odiarlos con locura, a que les caiga mal por mamón y que me caigan mal por estúpidos.
*Suspiro*.
También se van varios amiguitos, de ellos sí me pongo triste y chillo muy adentro de mí, pero no me pondré cursi aquí porque eso taaaaaan poco "adolescente atormentado" que mejor sigo dándoles tantito de mi amargura. ¡Ajúa!



  • Por alguna razón ya todo me vale madres, llego de malas a la escuela, no hago tarea y mis compañeritos me caen más mal que nunca. Trato de hacer que no se note, pero invariablemente termino viéndome como el amargado que los ve feo, no se ríe de sus chistes y escapa de sus pláticas de repente, el que los critica por su mala ortografía, no les pasa la tarea y no les ayuda cuando no entienden. Ni sé porque lo hago, para chingar, me imagino. Además de que ya exenté todas mis materias (menos una, pero qué les importa) ñoño win, adolescente atormentado fail.

     

  • Para empeorar la cosa del adolescente incomprendido ahora mi entrenadora de natación me dijo que es probable que se vaya a trabajar a otro lugar. Lloró. Me dio ternura (*me cacheteo, "recuerda, los adolescentes incomprendidos no sienten ternura") y la abracé, la quiero, goeis. Es una relación bien rara, sólo nos vemos tres horas a la semana y sin embargo (joder, qué expresión tan apta para un adolescente pretencioso, me amo) sabemos demasiado del otro, ella me cuenta de su novio y yo de mis patéticas aventuras de púber, me habla de su sobrino, sus vecinos que le caen re mal, su tesis que no puede terminar, sus años de cuando era campeona nacional, la frustración de no haber ganado el nacional. Yo le hablo de cosas ñoñas, le cuento mis aventuras en los festivales de cine, criticamos a mis otros compañeritos y le digo que me mande saludar a sus papás, su novio, la familia de su novio que vive en Tabasco, sus vecinos que le estacionan el carro enfrente de su entrada, su sobrino de 4 años, etcétera. Si se va me cae de a madres que sí chillo.
  • Estoy a punto de cumplir dieciséis, me preocupa, dejaré de ser "el güey que tiene 15 años" a ser uno de los tantos dieciseiseañeros (ni siquiera hay una palabra pa' los que tienen dieciséis, ¡¿qué clase de edad es esa?!) que tuitea y bloguea y se siente atormentado, incomprendido y escribe poemas diamorr y su infelicidad y dice "oh, odio a todos, porque oh, mi mente es única y todos son comunes, oh, estoy rodeado de mentes comunes, oh, sufro, sufro, sufro y escribo poemas" en su blog. ¿Me va a pasar? ¿Me seguirán queriendo? ¿Me quieren? ¿Les gusta mi nuevo corte de pelo?

Despídome, báis.

Sunday, April 11, 2010

Crisis vacacionil…


Mañana entro a clases, me ataque la crisis vacacionil y me doy cuenta que el mugrero escritorio tiene ahora más papeles, que la pila gigante de devedés sigue siendo igual de intimidante, que no leí ninguno de los libros que tengo a medias y que ni siquiera abrí mi mochila pa' hacer el montonal de tarea. 


*Suspiro* 



Golpe de realidad. Jamás acabaré de ver todos los devedés, ni todas las vacaciones del mundo juntas servirían para que lea mis libros (que ni son muchos, ni son machos) y estoy condenado a hacer las tareas el último día, la hora antes a que la miss entre al salón, terminar en su cara y tener que repartirles abrazos pa que me pongan 10 y pueda ser un ñoño feliz. 

No diré que fueron unas malas vacaciones. Son vacaciones al fin y al cabo, muy merecidas y así.

  • Hubo fiesta de disfraces en mi casa. Una tía cumplió años y a mi madre se le ocurrió "donar" la casa pa' hacer el pachangón, muy considerada ella (obvio no, ustedes no sean como ella, chavos). Mi papá se disfrazó del Chapulín Colorado y perdió todo mi respeto de aquí hasta que mi tercer hijo pase la primaria y mi mamá se puso un vestidititititito
    muy cortísimo. Ellos son los que pierden, me tendrán que llevar a terapia por toda la eternidad de las eternidades. Yo, como persona con moral, decencia y harto respeto hacia mi persona, improvisé un modestito disfraz de mimo, quede bien chistoso y simpático, las tías no paraban de chulear mi disfraz. Patético, pero chistoso.

  • ¿Han visto Pink Flamingos de John Waters? Si no la han visto les presumo que ya la vi y que la tengo en edición padriuris, si ya la vieron pierden Saúl-puntos por no habérmela recomendado antes. Pink Flamingos se une a la lista de películas que quedan grabadas en mi cabezita por siempre y se queda en primer lugar de la "lista de películas más asquerosas, repulsivas, horrorosas y que me han dado ganas de vomitar con sólo verlas en la historia", lista que hasta el día que vi Pink Flamingos estaba vacía. Tendrían que verla para comprender mi asquerosidad pura y deadevis, en la escena final (que no es la más asquerosa pero sí la más memorable) Divine, una transexual que se autodeclara la persona más asquerosa del mundo (nomás pa' que se den una idea, ella se tomaría "el pulque" sin rezongar ni nada) ve a un perro haciendo popó en la calle. Sonríe. El perro se va. Divine recoge la gracia del perro… ¡y se la come! ¡SE LA COME! ¡¿ENTIENDEN!? ¡¡¡¡¡SE-LA-CO-ME!!!!! (Aquí me voy a vomitar, regreso y vuelvo a escribir con harta nausea). Pero también vi cursilerías bien conmovedoras y así, Magnolia de Paul Thomas Anderson casi me hace chillar de la emoción y me dieron ganas de salir en pijama al mundo y ser como Tom Cruise y superar los obstáculos-que-la-vida-nos-pone-día-a-día.
  • Fui de vacaciones a Los Cabos, fuera de que me da lástima que la ciudad entera tenga que ser una puta para los turistas gringos, me gustó. Me enfermé el primer día y anduve vomite y vomite todo el viaje de ida, no fue chistoso. Estaba todo pálido y convaleciente y dopado y vomitado. No hice mucho; dormí y leí, comí y bebí piñas coladas, manejé una cuatrimoto (bueno, no era cuatrimoto pero no me acuerdo cómo se llama y no la encuentro en Google) y casi la volteo (probé que nunca jamás podré manejar un coche deadevis).
  • Antes de salir de vacaciones hice engrudo, como no haría nada de trabajo durante el periodo vacacionil lo guardé en el refri y nunca jamás lo saqué. Me había quedabo bien bueno, todo dulce y consistente y calientito y re sabroso. No se imaginan. Entonces hoy lo revisé, a ver si seguía igual de bueno.

    Pos no.
    Se le hizo un juguito café con burbujitas. ¡Fiasco! ¡Tragedia!
    ¡Fracaso! (Lloro descontroladamente en una esquinita, mientras me como mi engrudo y las lagrimas brotan por mis cachetotes).

  • Apenas me doy cuenta de toda la tarea que no hice en vacaciones. Que ni es mucha, ni es macha, pero es tarea. Que si una babosada de arte, que si tenía que acabar de leer Los Bandidos de Río Frío (ni la lean, es como una telenovela nomás que más pior). Me entra el remordimiento ñoñeril y la neurosis post vacaciones.


    Y entonces prefiero ser Divine y tragarme la popó del perro.

    O ser el niñito genio de Magnolia y hacerme del baño en medio de un concurso chafa. 

    O ser el enanito de Freaks  de Todd Browning que se enamora de la trapecista del circo y que ella nomás me quiera quitar mi fortuna.

    O tener que conquistar el corazón de María Félix pa' que se vaya conmigo a la Revolución en Enamorada de Emilio Fernández.

    O que mi papá sea como el de El Castillo de la Pureza de Arturo Ripstein y que me deje encerrado 18 añotes en la casa. 

    O escapar de la policía con una gringa babosa, como Michel en A Bout de Souffle de Jean-Luc Godard.

    Pero no quiero hacer tarea.

    No, no y no.

Corte a: Saúl haciendo su tarea. Cabizbajo, triste y aún comiendo engrudo.

'Ta bueno.

Friday, March 26, 2010

Microrelatos escolares…



  • Me siento junto a la niña más tonta del salón. Que no es güera, como dicta el cliché tan real de que la gente güera es la más tonta, pero es pelirroja. Ser pelirrojo se acerca mucho a ser güero, porque los pelirrojos también son tontos y tienen un color de pelo exótico. Una vez dijo que el "equinopsio" de verano era el 21 de agosto, otra vez preguntó que si los nichos de Chichén Itzá alguna vez tuvieron ventanitas con vidrios decorativos y así, es el alivio cómico del salón. Hoy estaba escribiendo una cartita, le pregunté que para quién era y me contó que para una amiga suya había tenido una congestión alcohólica, pero que la niña ni había tomado tanto. Me dio un poco de ternura verla escribiendo la carta. Tan tonta, tan buena amiga, tan ingenua, tan pelirroja.
     
  • El martes me enteré que el niño más ñoño del salón tenía novia. Fue chistoso, el niño es chaparro y enclenque, tiene lentes y pelo chino, va por la vida caminando encorvado y con un caso moderado-leve de acné. Es tan cliché que llega a dar flojera. La niña es chaparra y tonta, no tiene ningún encanto ni ninguna gracia, es sosa, aburrida y así. El chisme se corrió rápidamente por el salón, a todos nos causaba un falso sentimiento de ternura combinado con algo de gracia y morbo. ¿Se besarían? ¿Se atreverían siquiera a tomarse de la mano? Luego me di cuenta que si el más ñoño del salón tenía novia eso hacía que mi posición en el ranking de ñoños subiera, pasé de ser el 4° al 3°. Y entonces le pedí a Buda que la relación terminara. Y así fue. El lunes se hicieron novios, el martes me enteré, el miércoles la niña no fue a la escuela y el jueves cortaron. Se rumora que el corazón de la niña pertenece a otro ñoño… (yo no, otro).
     
  • Abrí mi locker para guardar mis libros. Yo jamás uso mi locker, salvo cuando me voy de vacaciones y tengo que guardar mis cosas. La escena fue horrible, en mi lockes estaba "el pulque", me dieron nauseas Pensé que era un mito entre compañeritos y maestros, y desde hace mucho que dudaba si en verdad existía o no. Se rumora que empezó cuando a un niño no le gustó lo que le mandaron de lonche (jijiji "lonche") y al no querer tirarlo lo puso en una botella de jugo. A los demás se les hizo chistoso y comenzaron a arrojarle cosas a la botella. Eso fue hace tres meses. De repente alguien le llamó "el pulque" a la cosa esa y así se conoce entre maestros y compañeritos. Muchos maestros han tratado de deshacerse de él, pero los compañeritos siempre encuentran un modo para esconder esa cosa; lo esconden en lockers, mochilas o así. Hay días que amenazan con abrirlo y todos nos asustamos pues sabemos que será un ataque sorpresivo. Yo sólo le pido a Buda no estar ahí cuando suceda, no por favor, no.

Salebái.

Sunday, March 21, 2010

De cómo perdí la Presidencia…




Quiero escribir un post-post. Regresar al habitual cotorreo que tanto me gusta, ya saben, donde yo nomás escribo babosadas y ustedes no comentan y a mí no me importa y sigo escribiendo tonterías.

Hoy, una compañerita de la escuela creó un grupo de Facebook donde se queja de que haya mucho frío en las mañanas y mucho calor en las tardes. Es chistoso porque esta compañerita tiene un serio problema de bochornos (descubierto por su servilleta y una amiga), si son lectores habituales del blog y tienen memoria fotográfica (como uno) recordarán que la compañerilla fue la musa de mis posts cotorros hace un año, justo por el mismo problema. Porque se abanicaba con su tarea de español a las 8:00 aeme mientras yo andaba con enorme chamarrota, porque para las 2 pe eme ya tenía la axila sudada y la cara de haber cruzado el desierto de Gobi de cojito tres veces y sin haber tomado agua, porque es la persona más chusca que uno pueda encontrarse, porque me quitaba mi lunch ("ay Saúl, dame de lo que estás comiendo") y porque, aunque usted no lo crea, fue esa niña la que me arrebató la presidencia en quinto de primaria.

Yo era el favorito al inicio de la campaña y parecía imposible que me vencieran. Mis oponentes eran un teto genérico (de esos que uno consigue en cualquier Sanborns, en el departamento de "Tetos Genéricos") y la compañerita chusca que describí arriba. Reuní en mi casa a varios amigos y sus amigos (unos veinte, maomeno) e hicimos pancartas, letreros y estampas con mi nombre; mis tíos y primos también se unieron a la campaña y para el día anterior de empezar con la campaña tenía tanta publicidá como si me fuera a candidatear pa' la presidencia municipal de cualquier pueblo rascuache. Si no es que más. Tenía a los más montoneros de la escuela de mi lado, además de que el voto masculino se inclinaba hacia mí (quién en su sano juicio querría que un teto o una niña con bochornos de su presidente). Yo tenía a las maestras, a quinto, cuarto y segundo (mi hermana era la encargada de la campaña en este grado) asegurados, la niña tenía kínder y el tipin, pos, tenía unos lentes muy chistosos. Justo después del primer día de campaña (que básicamente se trataba de dar vueltas a la escuela gritando el nombre del partido y el candidato) a la niña le dio una enfermedad de serie gringa, algo en las amígdalas, creo, que son un órgano inexistente inventado por las caricaturas.

La perdición para mi campaña.

Aun se debate sobre si la enfermedad fue un acto planeado o en serio pasó. Que si detrás de la niña de los bochornos está escondido un monstruo estratega o una persona con un sistema inmunológico de una pera.

El segundo gran golpe a mi campaña fue una súbita nueva propuesta de mi contrincante: el Día del Peluche. Un día donde todos podrían llevar a sus peluches a la escuela y hacer estupideces con ellos, de repente en toda la escuela se hablaba del Día del Peluche. Y nadie se acordó del muchachito tan simpático que tenía el perfil de Presidente.

En fin, en un extraño fenómeno pocas veces visto, el electorado se volteó hacia la niña. De repente perdí los pocos votos que tenía en kínder y en los primeros años de primaria, mi carisma y simpatía no podían contra la lástima que se sentía contra la niña y el día del peluche.


Fue demasiado.

El día de la votación, mi madre fue con las madres de los otros candidatos a supervisar el conteo de los votos. Ese día varios niños se me acercaron a enseñarme su boleta donde venía tachado mi partido además de que todos me decían que contara con su voto. Por un momento recobré la esperanza, pensé que tenía oportunidad de ser el próximo Presidente, me veía con la Banda Presidencial dando anuncios en las asambleas y teniendo juntas con la directora, me podía imaginar hablando frente al Congreso (porque mi escuela tiene diputados y senadores, güeys). Todo era perfecto.

El presidente del Instituto Electoral era mi amigo, creo, sólo recuerdo que alguien me dijo que había perdido las votaciones. Y no le creí. No quise creerle.

Al final del día se convocó a una ceremonia donde se anunciaría al ganador. La niña estaba tan asquerosamente segura y su mamá tenía la camarota grabándola, mientras que mi mamá tenía una de esas sonrisas que te dicen que perdiste la presidencia, que en ese momento supe que había perdido. Destaparon un pizarrón, la diferencia de votos era casi de 80 (yo tenía cerca de 150, ella tenía 200 y tantos, el tetazo ni llegaba a los 100). No lloré, no hice nada, no la felicité. De mi cara no salió ninguna expresión. Ya lo tenía planeado, no quería pasar por una vergüenza mayor, cuando la niña terminará de hacer sus estúpidas celebraciones de victoria (lloró, abrazó a sus amigas y le echaron una porra) me iría con mi mamá y me iría a mi casa.

Justo en ese año, el 2006. Se habló de fraude electoral, tanto en el país, como en mi escuela.

Los compañeritos no tardaron en nombrarme el Presidente Legítimo y a ella se le llamó espuria todo su periodo.

Se hizo justicia, pues. O si no pregunten, ¿quién es el que 4 años después sufre de bochornos? 


Yo no.

Salebái.

Wednesday, March 17, 2010

Reporte desde el 25 FICG: Día tres.





Mi día empieza con El Compadre Mendoza de Fernando De Fuentes y que complete la trilogía de películas sobre la Revolución. Qué manera de hacer una película, De Fuentes es un maestro en toda la extensión de la palabra. Rosalío Mendoza es un acomodado hacendado que igual apoya a zapatistas que a huertistas que a carrancistas que a cualquiera que se le ponga enfrente. Mendoza es amigo de todos pues es carismático, "caritativo" (así, entre comillas) y tiene una haciendota pa' alojar a todos los soldados. Mendoza se casa con Dolores. Pero Dolores se enamora de Félix, coronel zapatista y compadre de los Mendoza. El análisis de la clase política caudillista de principios de siglo XX es maestro; el de una nación convaleciente, una lucha sanguinaria que no tiene principios claros más que la lucha por el poder. El desenlace desesperanzador y brutal de El Compadre Mendoza bien podría ser símbolo del estado mexicano durante la Revolución, el de un coronel con ideales puros muerto en el portón de una hacienda de un desinteresado hacendado. Excelente.

Hago una amiga que trabaja en la organización del festival en el Cineforo de la UDG. Es bien simpática, ella es la que tiene todos los periódicos y programas que uno se puede llevar de a gratis y desde el primer día me recibe con todos los papeles posibles, al siguiente me reconoce y me vuelve a guardar todos los periódicos, ya al tercero (ya cuando hasta compré mi librote de programación) va hasta mi lugar en la sala para darme el ejemplar de una revista (Toma Cine, buenísima). "Ten, ya me di cuenta que a ti todo interesa". Lástima que así no sean todos los que trabajan en el Festival, en serio.

Por extraño que parezca reconozco varias caras de años pasados; hay programadores que llevan aquí los cuatro años que he venido al festival: una muchacha payasona y hipster medio chaparra y flaca, un tipin que podría pasarse por el hipster más hipster güero con el pelo laaaaargo, barba y semblante confundido (como cuando has fumado mucha mota, me imagino), el mismo tipo que me sacó el año pasado de Rabioso Sol, Rabioso Cielo de Julián Hernández sigue siendo el que corta los boletos, la misma vendedora chaparrita en el Estarbocs. Se me hace rarísimo que me acuerde de esa gente ¿alguno de ellos se acordará de mí o soy el único enfermo/stalker/persona-con-buena-memoria que los recuerda?

En fin, sigamos.

Salimos 7 minutos antes de que comience la segunda función del día en la otra sede. Llego a la sala medio minuto (si no es que menos) de que empiecen los créditos iniciales (programación de Saúl: win), se trata de Les Plages d'Agnes de Agnes Varda. ¿Qué decir? Sólo he visto dos películas de Varda (ni siquiera he visto Cleo de 5 a 7) y ya la puedo llamar una de mis directores (en general) favoritos de toda la historia. El documental es un monumento a la memoria, a los recuerdos que van construyendo paisajes en nuestras vidas (playas, en el caso de Agnes), un recuento sincero y humilde de la vida de una genio, un homenaje al cine y la fotografía, al recuerdo. No me imagino a cualquier otro cineasta haciendo un documental sobre su vida como lo hace Varda la curiosa, la sonriente, la llena de vida. Me encantó, mucho.

Por una verdadera estupidez de mi parte no compré los boletos para Un Día Menos de Dariela Ludlow, la fila para comprar los boletos medía como 658430 hectómetros lineales maomeno entonces mejor nos fuimos a comer como Dios manda. Ya habría otras 4 película pa ver.

Colony de Ross McDonell y Carter Gunn es un efectivo documental que empieza hablando sobre las abejas y su importancia para el medio ambiente. No faltan frases como "si las abejas no existieran… blablablabla". Entonces, como una cubeta de agua fría, se le introduce al público un extraño síndrome que mata a miles de abejas en California. El documental ecológico visto desde tantos puntos de vista se mezcla con la historia de una familia de apicultores, cuyo naciente negocio familiar y armonía peligra por la muerte de sus abejas. Los fertilizantes y las ineficaces y leeeentas respuestas del gobierno estadounidense son los villanos y peores enemigos de las pobres abejitas, cuyo importantísimo trabajo en el ambiente es muy subestimado. Este documental no logra sólo alarmar sino que es reflexión profunda sobre la dinámica de una familia rural, la crisis social y económica que vive el vecino del norte (jojojo "el vecino del norte"), el poco cuidado al medio ambiente y la política ineficaz; además de bien realizado.

Seguimos con Pecados de Mi Padre de Nicolás Entel, un documental sobre Pablo Escobar, uno de los narcotraficantes más peligrosos que han existido y "fundador" del narco sangriento contemporáneo. Este no se trata de un documental biográfico cualquiera, pues son los hijos de los protagonistas quienes cuentan la historia de la guerra que Escobar libró con el gobierno colombiano durante la década de los 70s y 80s. El hijo de Pablo Escobar trata de redimir los pecados sangrientos de su padre, contacta a los hijos de Luis Carlos Galán, candidato a la Presidencia de Colombia en el 89 y asesinado por ordenes de Escobar, y a los hijos de Rodrigo Lara Bonilla, Ministro de Justicia también asesinado por Escobar. Valiente, el hijo de Escobar (que cambia su nombre a Sebastián Marroquín y se escapa a vivir a Argentina) se debate entre regresar a su tierra o no, se cuestiona sobre la muerte de su padre y la reacción que ésta le causo al frágil adolescente de 16 años, destapa al Pablo Esobar que fue padre de familia, al ser humano lleno de sed por poder, critica el narcotráfico y revisa un periodo muy doloroso de su vida. Los hijos de los asesinados hablan sobre sus padres; sus ideales que no han muerto y continúan en ellos. Uno no puede evitar sentir miedo, pues la situación que vivió Colombia durante esta etapa mucho tiene que ver con lo que se vive en México, el documental se vuelve entonces tan actual como si hubiera sido estrenado cuando Escobar estaba en la cima del poder. Documental brillante, la edición y la cinematografía son excelentes. Aplaudí mucho (aunque odie aplaudir después de una película).

La última función del día es un programa doble (mal negocio para el Festival, buen negocio pa' todos nosotros), Vuelve a la Vida de Carlos Hagerman y Las Águilas Humanas de Arturo Pérez-Torres.

Empieza Vuelve a la Vida, desde la escena inicial este documental marca un ritmo y ambiente brillantes, como las mejores y escenas más enternecedoras de Los Que Se Quedan (documental que Hagerman codirigió con Juan Carlos Rulfo). La historia de una leyenda acapulqueña, un pescador/buceador que se convertiría en mito, al grado de tener hasta un biógrafo de su vida. ¡Un biógrafo! Se cuenta que Hilario Martínez, su familia y algunos amigos cazaron un tiburón tan grande y fuerte que tardaron ocho horas en sacarlo del mar, también se dice que Hilario enamoró a una gringa de muy buen ver (que hasta apareció en las portadas de Harper's Bazar y Vogue), que tuvo hijos con ella y que todos vivían felices en Acapulco. Hilario, o el Perro Largo, como fue conocido por los acapulqueños, se convierte en la leyenda popular, o el héroe mitificado a través de anécdotas simpatiquísimas y fantásticas (al punto se sonar irreales). Un documental que glorifica la anécdota, a la figura del héroe popular, el fiestero y populachero. Vuelve a la Vida tiene un estilo tan carente de pretensiones, tan fresco y tan original que se convierte en una verdadera delicia. Como un vuelve a la vida, precisamente.

Le segunda parte de la proyección, Las Águilas Humanas de Arturo Pérez-Torres es, en síntesis, un mal documental. Sigue a un circo guatemalteco ambulante. Es inevitable no compararlo con La Cuerda Floja de Nuria Ibañez, documental que sigue la misma premisa pero que resulta en un trabajo mejor logrado, por mucho. Examina la miseria que se vive en el circo desde una óptica algo morbosa, trata de introducir casos de violencia de género pero se siente forzado y poco sútil, los personajes rara vez interactúan entre ellos, por lo que no se examina la dinámica fuera del espectáculo. Muchas de las entrevistas se centran en el documental mismo, en lugar de darle importancia al circo y la precaria situación que se vive en él. Flojo, jamás logra establecer un ritmo o despertar empatía con los personajes. Mal intento, mal manejado desde el principio hasta el final. Lástima (poquita).

Y ya.
Pos nada, yo tomando un café (que ni es café, es té pero ustedes qué). Eh... pues... quería que vieran mi proceso creativo, goeeeee.

Monday, March 15, 2010

Reporte desde el 25 FICG: Día Dos




Siguiendo con la trilogía de la Revolución de Fernando de Fuentes, la primera película del día es El Pisionero 13, me da un poco de pena que mientras en el Centro Magno muchas funciones muy equis se llenen, en el Cineforo las películas de la Revolución apenas y juntan algunos viejecillos y parejitas confundidas que no tienen ni idea de lo que van a ver. En fin, la película tiene un final horrible, el más inesperado y anti climático que recuerde en el cine mexicano, fuera de eso la película es muy buena. Una mujer decide, agotada del maltrato de su esposo, dejarlo y llevarse a su hijo con ella. Años después este hombre es un poderoso y tirano Coronel, cuyo único deseo es reencontrarse con su hijo. Una serie de eventos reunirán al padre y al hijo de la forma más inesperada. El dramón revolucionario de Fuentes emociona al grado de querer entrar en la pantalla para evitar una injusticia, o reunir a una pareja de enamorados. No tenía planeado ver la tercera película de la trilogía, El Compadre Mendoza, pero como las otras dos las amé con locura y pasión no me importará que se empalme con la siguiente película (bueno, no se empalma pero son sólo 5 minutos para trasladarme de una sede a otra). Se me cuecen las habas.

La segunda película es Os Famosos e os Duendes da Morte de Esmir Filho, un disparejo filme sobre un adolescente desadaptado con tendencias suicidas que tiene un blog pretencioso (o sea, como el de cualquier adolescente) y está obsesionado con Bob Dylan. Enamorado de una niña muerta (eso entendí, en algún momento la película me perdió) y que vive con su madre, viuda. Visualmente la película no es tan mala, con todo y que se abusa del recurso "hey, demos realismo a esta cosa y grabemos con una cámara de video de a 3 pesos, hagamos parezca un poema visuaaaal, goe", hay escenas que solitas podrían hacer un gran corto. El producto final se siente un poco tedioso y laaaaaargo, además de que la figura del adolescente sufrido ya la hemos visto demasiadas veces, la película se vuelve muy predecible y se pierde el interés en cualquiera de los personajes. Eso sí, podrán decir lo que quieran pero la historia no me parece tan jalada, hasta vi a varios de mis compañeritos en el protagonista, jijiji. Son bien raros, me cae.

El corto que se exhibió antes de esta película, La Historia de Siempre de José Luis Montesinos fue una grata sorpresa; sencillo y conmovedor, es la historia de un hombre que sube a un camión mientras trata de solucionar los muchos problemas con su esposa. Ante la mirada morbosa de los pasajeros del camión el hombre grita, se desespera y trata de enmendar sus errores. Al final, un giro de tuerca inesperado (mi papá dice que lo vio venir, pero no le hagan caso que luego delira) convierte a este corto en una pequeña obra maestra.

La tercera película del día es Les Glaneurs et la Glaneuse de Agnes Varda (aquí me pongo de pie con lágrimas en los ojos y aplaudo enloquecidamente, hasta que mis manos se desprendan de mis pequeños brazillos), un documental sobre la recolecta y la espigadura vista desde todos los sentidos; el recolector urbano, la espigadoras de Millet, la miseria que lleva a la recolecta, espigar recuerdos, recolectar memorias, la recolecta como un arte, la recolecta como sustento de vida, la espigadura como el último recuerdo de un pasado distante; un estudio sobre tantas cosas; la pobreza, los recuerdos, el consumismo, la vida misma. Varda se retrata a sí misma y se convierte en la protagonista de su documental; curiosa como cualquier niño, pícara, graciosa, brillante y adorable, como el documental. Tan perfecto y simple como un reloj sin manecillas, o una papa en forma de corazón. Si digo que esto es una obra maestra, me quedo corto. Bravo.

Cierro mi día con Zona Sur de Juan Carlos Valdivia; pero primero hablemos del corto que le antecedió, Tu(a)mor de Fernando Franco. Efectivo, intercala una explicación médica del funcionamiento del corazón con la historia de una pareja de enamorados; ácido y cruel, como un rompimiento amoroso. Lo confieso, me arrancó un par de risillas (así como "jijiji, jujuju" qué simpático); buen corto.

Volvamos con Zona Sur, un melodrama con claras raíces de telenovela sobre la eterna lucha de clases en Bolivia. La historia se centra en una familia (sin padre, pero con novia-lesbiana y novia-libertina incluidas) rica de la zona sur (entiéndase la zona de los ricos) y sus trabajadores. Carola es la matriarca de la familia; frívola y mandona trata mal a sus empleados y a sus hijos, dos adolescentes revoltosos, una lesbiana y no le gusta ser rica (¿uh?) y el otro es engreído, egocéntrico y maleducado, un niño pequeño muy descuidado por su madre y que ha sido criado por Wilson y Marcelina, el mayordomo y la sirvienta de la casa. La crisis social latinoamericana es bien reflejada por Valdivia, que sin grandes pretensiones construye una historia intimista con grandes actuaciones (en especial la de la matriarca y el mayordomo) muy bien dirigida y guión muy eficaz (le auguro un premio en alguno de estos dos últimos rubros). Valdivia también experimenta con la con la cámara, todas las escenas se filman con la cámara recorriendo una habitación en forma circular, la cámara da vuelta al escenario, creando una atmosfera extraña, pero que resulta muy interesante como experimento cinematográfico. Un melodrama que saca lo mejor de las telenovelas y se centra en la desigualdad que aún persiste en la región, muy buena película.

Os dejo, amigos, tengo que ir a echarme 7 películas.
Posando con mi boleto de Les glaneurs et la glaneuse. ¿No es hermosa la escena? (Yo, mi playera, el boleto; todo).