Saturday, August 07, 2010

Charly

Este post fue publicado originalmente en Tumblr, mi nueva adición en la vida. Vayan a chismosearle por allá, chavos: http://superzoolo.tumblr.com/ 



A los 8 años tuve un pez. Nunca me gustaron los perros, ni los gatos y mi única experiencia previa con animales había sido con un canario que me regalaron mis por mi cumpleaños y que ni nombre le alcancé a poner porque un gato se lo comió la primera noche que estuvo en mi casa. En fin, el pez se llamaba Charly, era naranja (era un Pez Dorado, pero todos sabemos que los peces dorados NO son dorados y entonces decidí que Charly no iba a ser un Pez Dorado sino un Pez Naranja. Ps qué.) y yo lo amaba de verdad. Le daba de comer y me quedaba viendo cómo se acababa su comida, le contaba cómo me había ido a la escuela y le preguntaba cosas. Y yo hacía como que él contestaba y era feliz. Eramos felices.
Un día, después de la escuela, me avisaron que mi bisabuela había muerto. Nunca llegué a conocerla bien y ella tampoco a mí entonces no me importó mucho. Le conté a Charly eso de que me preocupaba que no me importara la muerte de mi bisabuela. Una señora que ahora sólo puedo recordar vagamente tocando el piano en alguna fiesta familiar o en fotos de más de medio siglo. Seguro Charly me dijo algo muy sabio y me quitó la preocupación y entonces nos pusimos a hacer la tarea de español.
Charly era mi mejor amigo en el universo y apenas tenía una semana de estar en mi cuarto. Un día mientras platicábamos noté un poco de sangre que salía de él, una herida pequeñita, apenas perceptible, me preocupé mucho pero mis papás me dijeron que seguro era por el agua. O una babosada así que dicen los papás.
Un día después de la escuela llegué a mi casa y me dieron una de las peores noticias en la historia del mundo:
“Saúl, Charly se murió”.
Lloré por días. Mis papás me decían que no fuera ridículo, que no había llorado por la bisabuela muerta y por Charly derramaba mares de lágrimas, que se me iban a caer las pestañas y que de llorar tanto se me iba a acabar toda el agua de mi cuerpo y me iba a quedar seco. Seco por dentro. Pero no me importaba, era lo peor que me había pasado en el mundo mundial. Oh Charly, era tan bello.
Ustedes se preguntaran, ¿a qué todo esto? ¿por qué en Tumblr? ¿tuviste otro pez naranja como Charly?
Todo esto viene a colación (venir a colación, qué bella expresión) porque 1) hace poco me puse a pensar que si Charly siguiera vivo entonces a él le contaría todo lo que me pasa en el día y cosas así, no habría necesidad de tener tuíter, ni blog, ni Tumblr, ni mundo real, sólo Charly y yo 2) esto iba a ser un chiquipost (porque en Tumblr sólo se hacen chiquiposts, pasmados) sobre cómo me obsesiono por muchas cosas y son obsesiones pasajeras y poco duraderas, la más nueva el Tumblr y de repente me acordé de Charly y llegó un mar de recuerdos (¿entienden? mar porque Charly era un pez y los peces viven en el mar… DUH) y 3) nunca es mal momento para recordar a Charly.
Y no, mis papás no me quisieron comprar ninguna otra mascota nunca jamás. Y mejor por mí, así Charly jamás fue desplazado por un perro estúpido, un conejo baboso o un perico sin chiste. 
*Aquí iría una foto de Charly pero nunca le tomé una, ESNIF*