Sunday, December 27, 2009

¿Y qué pasó con las mexicanas y las animadas, dude?

Ya hecho el top 20 general, me doy a la tarea de hacer un top 10 de mexicanas y un top 4 de animadas.
Nota: Haría una de documentales, pero no creo haber visto los suficientes como para hacer una lista.

Enjoy.

Mexicanas

10. El Brassiere de Emma de Marisa Sistach
9. Los Herederos de Eugenio Polgovsky
8. La Cuerda Floja de Nuria Ibañez
7. Los Que Se Quedan de Juan Carlos Rulfo y Carlos Hagerman
6. Retrato de un Contorno (CM) de Jaime Munguía 
5. Alamar de Pedro González-Rubio
4. 5 Días sin Nora de Mariana Chenillo
3. Parque Vía de Enrique Rivero
2. Intimidades de Shakespeare y Victor Hugo de Yuliene Olaizola
1. Rabioso Sol, Rabioso Cielo de Julián Hernández

Animadas

4. La Princesa y el Sapo de Ron Clements y John Musker
3. Boogie el Aceitoso de Gustavo Cova
2. Up de Bob Peterson y Pete Docter
1. Coraline de Henry Selick


Saturday, December 26, 2009

Friday, December 25, 2009

El top 20: 2009 Vol. III

Nota: Thirst la vi después de armar el top, por eso aparecen dos películas en el 9° lugar.









Wednesday, December 23, 2009

Tuesday, December 22, 2009

Sobre LA cena de navidad en casa de Saúl

Cada año, pocos días antes de la navidá, mi madre organiza un desayuno navideño entre sus amigas. Es el evento social más importante en mi casa, más que cualquier cumpleaños, reunión, día de las madres, día de la bandera, día de la secretaria, natalicio de Benito Juárez o _____ (favor de insertar su efeméride favorita). Es importantísimo pues.

La tradición nació cuando mi hermana iba en kinder y mi madre quería conocer a las madres de sus compañerillos de salón (la razón era para discutir si el método que le enseñaban a los escuincles pa' leer y escribir era el adecuado) así que envió con los chamacos una invitación para sus madres. Poco a poco fue tomando forma, la lista de ñoras invitadas se reducía a unas cuantas afortunadas, mi madre era famosa por su desayuno navideño, tan bonito, tan acogedor, tan buena anfitriona, tan navideño.

Durante esa semana la casa era una locura, todos los adornos navideños debían estar puestos, en todos los cuartos de la casa, todos los baños tenían que tener toallas, tapetes y disfraz navideño, el árbol tenía que estar lleno de esferas y luces, la sala debía tener cojines navideños, los barandales debían tener guías, tenía que haber esferas decorativas en cualquier rincón, el nacimiento tenía que tener todas las figurillas (musgo y paja incluidos), la casa tenía que vomitar navidad., nuestra casa tenía que tener más adornos de navidad que la de Santa Cló y los Santosreyes juntos.

El menú se planeaba semanas antes, la lista de invitadas era discutida por mi madre y sus amigas más cercanas, mi madre buscaba un regalo para las ñoras y hasta el tema de discusión se decidía con anterioridad.
(Bueno, está bien, estoy exagerando tantito, pero nomás tantito).

Al pasar los años el desayuno se fue modificando, pero en esencia siempre fue lo mismo: ñoras tomando mimosas viboreando sobre otras ñoras. Ah sí, no pueden ir hijos, no señor. Hasta hoy, el séptimo desayuno anual de mi madre, cambia totalmente de dirección, ahora se ha convertido en cena, con hijos y esposos. Por lo que no es un evento sólo de mi madre, sino que de toda la familia.

Ayer me tocó cambiar la sala al comedor y el comedor a la sala, porque según mi mamá hay más espacio en la sala pa' lo 40 invitados (sí, CUARENTA). Fue un trabajo tontísimo y recansador además de inútil e innecesario, nada gratificante. Así nos ha traído mi señora madre a todos, a mi hermana le ha encargado planear una actividad de decorar tarjetas de navidad y la ha hecho responsable d la música navideña. Mi señor padre se encargará del alcohol y que nadie tenga un vaso vacío, no señor. Yo soy un burro de carga y mi mamá la gran supervisora.

¿Han escuchado ese dicho tan sabio, perfecto, gracioso y real que dice: sube el piano, baja el piano? Es justo como me sentí ayer... después de bajar el piano y que mi mamá decidiera que mejor el comedor se quedara en el comedor y la sala en la sala.

Grr.

Monday, December 21, 2009

El top 20: 2009 Vol. I

He aquí, señores, la primera parte de mi top 20 del año.

(No necesita mayor explicación, creo).

Please enjoy...







Sunday, December 13, 2009

De padre groseros, un punto extra merecidísimo y Saúl que nomás no la hace de edecán/acomodador/mandadero

La tarea se escuchaba simple además de que necesitaba ese punto extra en arte. Sólo tendría que ser parte del staff del Festival Navideño de mi escuela por 5 horas y ese horrible 9 se convertiría en un hermoso 10, se escuchaba tan sencillo y divertido que parecía que había hecho el mejor trato de mi vida.

Pero no.

Esperen, antes de relatar esta historia es importante dar unos cuantos antecedentes del Festival Navideño que organiza mi escuela. El festival tiene más de 35 años organizándose, los niños de primaria bailan, hay puestos de comida, juegos de feria (aunque este año los padres de familia se dieron cuenta de a alta peligrosidá de llevar juegos de pueblo y se cancelaron) y mucha gente, no es la gran cosa pero todos en la escuela esperamos con ansias el evento... NOT.

Desde hace unos años que los chamacos de 2º y 3º de secundaria que necesitan un punto extra en arte nomás se apuntan para ser parte del staff del evento, dizque ayudan y todos nos tomamos de las manos muy felices y cantamos con harta alegría y felicidá (eso último olvídenlo).
El año pasado ayudé cuidando a niños de preprimaria, fue fácil y divertido y me cayeron rebien los escuincles.

Lástima que no corrí con la misma suerte este año...

Mientras voy llegando me entero que no escogeré en qué quiero ayudar, sino que ya están asignados los puestos. Me toca ser acomodador, o sea el que lleva a los papás a sus asientos, o sea que los asientos están numerados, o sea que algo me huele mal, o sea que habrá caos total. O sea.
Las instrucciones para mi puesto son complicadísimas pues la función se dividía en dos turnos y entonces lo asientos tenían dos números, uno correspondía al primer turno y el otro al segundo. Por lo que los papás que sus hijos bailaban en el primer turno no podían quedarse a ver el segundo turno porque en el segundo turno había alguien más ocupando ese asiento y viceversa.

Era complicado pues.

Al principio todo era miel sobre hojuelas, sí, miel sobre hojuelas porque nomás llevabas al señor en cuestión a su lugar. Claro, sin olvidar una gran sonrisa, mucho entusiasmo y esas tonteras navideñas. Sí señor, sí.

Pero después los padres se descontrolaron, todos querían sentarse al mismo tiempo, los 5 o 6 chamacos que andábamos acomodando no nos dábamos abasto (siempre quise usar esa expresión, jo jo jo), llegaban por montones y no eran capaces de encontrar solitos su lugar, no señor.

Entonces los padres se volvieron groseros. Te gritaban, te echaban bronca, se te ponían al brinco (también siempre quise usar esa expresión) y yo tenía prohibidísimo gritarles, echarles bronca y ponérmeles al brinco. Era la madre de las injusticias. Pero yo tenía que ganar ese punto y ningún
estúpido-padre-de-famiilia impediría que me lo ganara, no señor, no.

Por ejemplo, una señora me pidió de la PEOR manera del universo que le llevara unos programas, de la PEOR, como si fuera yo su chacha y me estuviera pidiendo que le lavara aquellin. Porque segguramenta la señora grosera hae eso todo el tiempo.
O una pareja de argentinos que me echó bronca (jiji) porque los corrí -muy educadamente- de su lugar.
O el señor más grosero del universo que me tomó y apretó el brazo porque una señora iba a pasar (importante menionar que yo estaba trabajando). A ese señor me dieron ganas de echarle el choro ese de: "a mí nadie me toca NI con el pétalo de una rosa, majadero" mintras corrian lágrimas de mis ojos, mi voz se entrecortaba y una multitud lo seguiría hasta lincharlo y que después se lo llevara "child services" (¿Cuál es el equivalente en México de cuando en las películas dicen "child services" y llegan ñores y ñoras que se llevan a los niños pa' que estén sanos y salvos?).
O la ñoras que me agarraban de su chacha y me mandaban a hacer mandados, ir a buscar a sus hijos hasta vaya-usté-a-saber, conseguir no-se-qué, etcétera. Osease que me convertí en un hace favores, un vil mandadero, un plástico que las ñoras y ñores groseros usaban pa' lo que quisieran.

Anyways, fueron tantas las sonrisas fingidas, los buenos modos hipócritas, las ganas de golpear fúricamente a los ñores y ñoras groseros, los lugares que acomodé, las peleas que resolví que estoy esperando a que me hagan beato y me haga patrón de los acomodadores y edecanes.

Pero eso sí, saqué 10 en arte, dudes (no me han dado la calificación pero SEGURAMENTE sacaré 10).


Los amo bái.

Thursday, December 10, 2009

El post de aniversario pues.

Hace un año yo tenía 14 años, era pequeño, ingenuo, tontito, teto y divertido. Igualito que ahorita pues. Le contaba todo a mis compañerillos, cualquier pequeñisimo detalle de mi vida, adornaba mis aventuras pa' que sonaran epicas, magnificas, cotorras y chistosisimas. Era yo un bloguero en ciernes.

Y entonces sucedió lo inevitable, abrí un blog, en ese entonces me creía mucho porque acababa de abrir un blog, era fantabuloso poder escribir lo que quisiera. Mis planes eran convertirme en un blogstar casi al instante, dominaría el mundo de los blogs en un-dos-por-tres, me haría asquerosamente famoso y rico y tendría que lidiar con todas esas cosas molestas que trae la fama (ya saben, grupis descontroladas, fanmail, aplicaciones mensas de Facebook, clubes de fans, firmas de autógrafos, turbas de paparazzis, you-know-what-I-mean), pero sería feliz como una lombriz.

Pero nada de eso sucedió.

Cerré el blog porque nadie lo leía, ni comentaba, ni lo encontraba accidentalmente en Google, ni nada. Nada pasaba ahí.

Estaba yo muy triste, mis sueños de ser blogstar habían quedado tirados y aplastados en la basura. Yo que pensaba que al primer post el mundo se enamoraría de mí y todos me mostrarían su cariño y afecto, snif snif.

El otro blog era tonto, nomás para que se den una idea, el título estaba escrito alternando mayúsculas y minúsculas, tenía un template feito (este tampoco está muy bonito pero sí menos piorrr) y en él llegué a escribir un post largototototote sobre mis predicciones al Oscar.
Estaba destinado al fracaso pues.

Todavía me acuerdo de los posts que escribí allí con tanta ilusión: sobre cómo me arrastraron al estreno de Crepúsculo, una protesta porque había demasiados árboles de navidá y poco ponche, una crónica detallada de mi participación cuidando chamacos de 5 años en la Pastorela de mi escuela y un post sobre mi temor al banco de salidas de natación.

Por alguna razón, regresé a escribir menos de un mes después, ahora con expectativas mucho menos altas, posts mucho más cortos y un corrector ortográfico decente.

Hace un año que escribí mi primer post. Era tonto y corto, en él escribía sobre qué me motivó a abrir un blog, un resumen de La Rosa de Guadalupe y viboreaba sobre blogs feos y aburridos.
La pregunta casi obligada, a un año del primer post sería qué es este blog para mí. (Lector, prepárese para una bola de sandeces y cursilerías de Saùl).

El blog es casi igualito que mi cuarto: a veces desordenado, a veces desatendido, amorfo, mal decorado, lleno de películas y libros buenísimos, el lugar a donde voy pa' descansar y desquitarme de los demás, un cuarto personal en el que hay escondidos chistes estúpidos, letras de su servilleta, secretos de adolescente pretencioso, canciones que me obsesionan y muchas, muchas, HARTAS cosas más.
¡Viva yo, viva el blog, viva mi cuarto!

Quiero mucho a mi blog pues.
Feliz aniversario Saúl.

Thursday, December 03, 2009

Las Chips me hablaron y esto me dijeron…

Había sido un día horrible, me había despertado por segunda vez en la semana a las 4:50 para terminar tarea. Era miércoles. Había trabajos en los que me había matado haciendo y la calificación ni se acercaba a todo el esfuerzo invertido, estaba irritable a más no poder, agresivo, poco amigable, tenía ganas de tirarme a medio patio y que nadie me molestara. Pero en cambio el patio estaba lleno de gente, era la final de futbol, no la vería, no me interesa.

Sólo quería mis Chips, quesadilla y lata de agua mineral y sería feliz. Me formo para comprarlo y se me meten a la fila, tengo un ataque de cólera inmenso. Compro las papas, la quesadilla y la lata de agua mineral.

Abro las Chips.

Me llega un mensaje, una señal, no puedo evitar reír, la vida se burla de mí usando uno de los pocos placeres que tengo en el día.

En letras negras y gruesas, imponentes, seguras y toscas viene mi señal.

Sigue Participando Válido hasta el 31 de diciembre del 2009

¿Será? Las Chips me animaban a seguir participando, sabían de mi inminente estado de ánimo culero, de mi apatía por la escuela, que necesitaba unas vacaciones urgentes. Las Chips lo sabían y aún así osan burlarse de mí diciéndome que le siga intentando. Pero también me dicen que nomás hasta que se termine el año durará mi ánimo culero, mi mala racha y mi irritabilidad asquerosa.

Las Chips estuvieron buenísimas, el limón y la salsa Valentina parecen caídos del cielo.

No puedo parar de reír, pienso en guardar la bolsa amarilla de Chips. Pero ¿para qué carajos la quiero?

La tiro, me despido de mi señal.