Sunday, December 13, 2009

De padre groseros, un punto extra merecidísimo y Saúl que nomás no la hace de edecán/acomodador/mandadero

La tarea se escuchaba simple además de que necesitaba ese punto extra en arte. Sólo tendría que ser parte del staff del Festival Navideño de mi escuela por 5 horas y ese horrible 9 se convertiría en un hermoso 10, se escuchaba tan sencillo y divertido que parecía que había hecho el mejor trato de mi vida.

Pero no.

Esperen, antes de relatar esta historia es importante dar unos cuantos antecedentes del Festival Navideño que organiza mi escuela. El festival tiene más de 35 años organizándose, los niños de primaria bailan, hay puestos de comida, juegos de feria (aunque este año los padres de familia se dieron cuenta de a alta peligrosidá de llevar juegos de pueblo y se cancelaron) y mucha gente, no es la gran cosa pero todos en la escuela esperamos con ansias el evento... NOT.

Desde hace unos años que los chamacos de 2º y 3º de secundaria que necesitan un punto extra en arte nomás se apuntan para ser parte del staff del evento, dizque ayudan y todos nos tomamos de las manos muy felices y cantamos con harta alegría y felicidá (eso último olvídenlo).
El año pasado ayudé cuidando a niños de preprimaria, fue fácil y divertido y me cayeron rebien los escuincles.

Lástima que no corrí con la misma suerte este año...

Mientras voy llegando me entero que no escogeré en qué quiero ayudar, sino que ya están asignados los puestos. Me toca ser acomodador, o sea el que lleva a los papás a sus asientos, o sea que los asientos están numerados, o sea que algo me huele mal, o sea que habrá caos total. O sea.
Las instrucciones para mi puesto son complicadísimas pues la función se dividía en dos turnos y entonces lo asientos tenían dos números, uno correspondía al primer turno y el otro al segundo. Por lo que los papás que sus hijos bailaban en el primer turno no podían quedarse a ver el segundo turno porque en el segundo turno había alguien más ocupando ese asiento y viceversa.

Era complicado pues.

Al principio todo era miel sobre hojuelas, sí, miel sobre hojuelas porque nomás llevabas al señor en cuestión a su lugar. Claro, sin olvidar una gran sonrisa, mucho entusiasmo y esas tonteras navideñas. Sí señor, sí.

Pero después los padres se descontrolaron, todos querían sentarse al mismo tiempo, los 5 o 6 chamacos que andábamos acomodando no nos dábamos abasto (siempre quise usar esa expresión, jo jo jo), llegaban por montones y no eran capaces de encontrar solitos su lugar, no señor.

Entonces los padres se volvieron groseros. Te gritaban, te echaban bronca, se te ponían al brinco (también siempre quise usar esa expresión) y yo tenía prohibidísimo gritarles, echarles bronca y ponérmeles al brinco. Era la madre de las injusticias. Pero yo tenía que ganar ese punto y ningún
estúpido-padre-de-famiilia impediría que me lo ganara, no señor, no.

Por ejemplo, una señora me pidió de la PEOR manera del universo que le llevara unos programas, de la PEOR, como si fuera yo su chacha y me estuviera pidiendo que le lavara aquellin. Porque segguramenta la señora grosera hae eso todo el tiempo.
O una pareja de argentinos que me echó bronca (jiji) porque los corrí -muy educadamente- de su lugar.
O el señor más grosero del universo que me tomó y apretó el brazo porque una señora iba a pasar (importante menionar que yo estaba trabajando). A ese señor me dieron ganas de echarle el choro ese de: "a mí nadie me toca NI con el pétalo de una rosa, majadero" mintras corrian lágrimas de mis ojos, mi voz se entrecortaba y una multitud lo seguiría hasta lincharlo y que después se lo llevara "child services" (¿Cuál es el equivalente en México de cuando en las películas dicen "child services" y llegan ñores y ñoras que se llevan a los niños pa' que estén sanos y salvos?).
O la ñoras que me agarraban de su chacha y me mandaban a hacer mandados, ir a buscar a sus hijos hasta vaya-usté-a-saber, conseguir no-se-qué, etcétera. Osease que me convertí en un hace favores, un vil mandadero, un plástico que las ñoras y ñores groseros usaban pa' lo que quisieran.

Anyways, fueron tantas las sonrisas fingidas, los buenos modos hipócritas, las ganas de golpear fúricamente a los ñores y ñoras groseros, los lugares que acomodé, las peleas que resolví que estoy esperando a que me hagan beato y me haga patrón de los acomodadores y edecanes.

Pero eso sí, saqué 10 en arte, dudes (no me han dado la calificación pero SEGURAMENTE sacaré 10).


Los amo bái.

4 comments:

Eddney Todd said...

Sigue participando... todo sea por sacar 10, jaja.

Oye, esto de muestra que para esos padres el ûnico "niño" es su propio hijo.

Anonymous said...

me encanto el post

Ivan Brown said...

jaja, yo no hubiese aguantado y los mato a todos!! xD

espero que te hayas sacado un GRAN 10! que te lo mereces

Anonymous said...

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