Wednesday, March 17, 2010

Reporte desde el 25 FICG: Día tres.





Mi día empieza con El Compadre Mendoza de Fernando De Fuentes y que complete la trilogía de películas sobre la Revolución. Qué manera de hacer una película, De Fuentes es un maestro en toda la extensión de la palabra. Rosalío Mendoza es un acomodado hacendado que igual apoya a zapatistas que a huertistas que a carrancistas que a cualquiera que se le ponga enfrente. Mendoza es amigo de todos pues es carismático, "caritativo" (así, entre comillas) y tiene una haciendota pa' alojar a todos los soldados. Mendoza se casa con Dolores. Pero Dolores se enamora de Félix, coronel zapatista y compadre de los Mendoza. El análisis de la clase política caudillista de principios de siglo XX es maestro; el de una nación convaleciente, una lucha sanguinaria que no tiene principios claros más que la lucha por el poder. El desenlace desesperanzador y brutal de El Compadre Mendoza bien podría ser símbolo del estado mexicano durante la Revolución, el de un coronel con ideales puros muerto en el portón de una hacienda de un desinteresado hacendado. Excelente.

Hago una amiga que trabaja en la organización del festival en el Cineforo de la UDG. Es bien simpática, ella es la que tiene todos los periódicos y programas que uno se puede llevar de a gratis y desde el primer día me recibe con todos los papeles posibles, al siguiente me reconoce y me vuelve a guardar todos los periódicos, ya al tercero (ya cuando hasta compré mi librote de programación) va hasta mi lugar en la sala para darme el ejemplar de una revista (Toma Cine, buenísima). "Ten, ya me di cuenta que a ti todo interesa". Lástima que así no sean todos los que trabajan en el Festival, en serio.

Por extraño que parezca reconozco varias caras de años pasados; hay programadores que llevan aquí los cuatro años que he venido al festival: una muchacha payasona y hipster medio chaparra y flaca, un tipin que podría pasarse por el hipster más hipster güero con el pelo laaaaargo, barba y semblante confundido (como cuando has fumado mucha mota, me imagino), el mismo tipo que me sacó el año pasado de Rabioso Sol, Rabioso Cielo de Julián Hernández sigue siendo el que corta los boletos, la misma vendedora chaparrita en el Estarbocs. Se me hace rarísimo que me acuerde de esa gente ¿alguno de ellos se acordará de mí o soy el único enfermo/stalker/persona-con-buena-memoria que los recuerda?

En fin, sigamos.

Salimos 7 minutos antes de que comience la segunda función del día en la otra sede. Llego a la sala medio minuto (si no es que menos) de que empiecen los créditos iniciales (programación de Saúl: win), se trata de Les Plages d'Agnes de Agnes Varda. ¿Qué decir? Sólo he visto dos películas de Varda (ni siquiera he visto Cleo de 5 a 7) y ya la puedo llamar una de mis directores (en general) favoritos de toda la historia. El documental es un monumento a la memoria, a los recuerdos que van construyendo paisajes en nuestras vidas (playas, en el caso de Agnes), un recuento sincero y humilde de la vida de una genio, un homenaje al cine y la fotografía, al recuerdo. No me imagino a cualquier otro cineasta haciendo un documental sobre su vida como lo hace Varda la curiosa, la sonriente, la llena de vida. Me encantó, mucho.

Por una verdadera estupidez de mi parte no compré los boletos para Un Día Menos de Dariela Ludlow, la fila para comprar los boletos medía como 658430 hectómetros lineales maomeno entonces mejor nos fuimos a comer como Dios manda. Ya habría otras 4 película pa ver.

Colony de Ross McDonell y Carter Gunn es un efectivo documental que empieza hablando sobre las abejas y su importancia para el medio ambiente. No faltan frases como "si las abejas no existieran… blablablabla". Entonces, como una cubeta de agua fría, se le introduce al público un extraño síndrome que mata a miles de abejas en California. El documental ecológico visto desde tantos puntos de vista se mezcla con la historia de una familia de apicultores, cuyo naciente negocio familiar y armonía peligra por la muerte de sus abejas. Los fertilizantes y las ineficaces y leeeentas respuestas del gobierno estadounidense son los villanos y peores enemigos de las pobres abejitas, cuyo importantísimo trabajo en el ambiente es muy subestimado. Este documental no logra sólo alarmar sino que es reflexión profunda sobre la dinámica de una familia rural, la crisis social y económica que vive el vecino del norte (jojojo "el vecino del norte"), el poco cuidado al medio ambiente y la política ineficaz; además de bien realizado.

Seguimos con Pecados de Mi Padre de Nicolás Entel, un documental sobre Pablo Escobar, uno de los narcotraficantes más peligrosos que han existido y "fundador" del narco sangriento contemporáneo. Este no se trata de un documental biográfico cualquiera, pues son los hijos de los protagonistas quienes cuentan la historia de la guerra que Escobar libró con el gobierno colombiano durante la década de los 70s y 80s. El hijo de Pablo Escobar trata de redimir los pecados sangrientos de su padre, contacta a los hijos de Luis Carlos Galán, candidato a la Presidencia de Colombia en el 89 y asesinado por ordenes de Escobar, y a los hijos de Rodrigo Lara Bonilla, Ministro de Justicia también asesinado por Escobar. Valiente, el hijo de Escobar (que cambia su nombre a Sebastián Marroquín y se escapa a vivir a Argentina) se debate entre regresar a su tierra o no, se cuestiona sobre la muerte de su padre y la reacción que ésta le causo al frágil adolescente de 16 años, destapa al Pablo Esobar que fue padre de familia, al ser humano lleno de sed por poder, critica el narcotráfico y revisa un periodo muy doloroso de su vida. Los hijos de los asesinados hablan sobre sus padres; sus ideales que no han muerto y continúan en ellos. Uno no puede evitar sentir miedo, pues la situación que vivió Colombia durante esta etapa mucho tiene que ver con lo que se vive en México, el documental se vuelve entonces tan actual como si hubiera sido estrenado cuando Escobar estaba en la cima del poder. Documental brillante, la edición y la cinematografía son excelentes. Aplaudí mucho (aunque odie aplaudir después de una película).

La última función del día es un programa doble (mal negocio para el Festival, buen negocio pa' todos nosotros), Vuelve a la Vida de Carlos Hagerman y Las Águilas Humanas de Arturo Pérez-Torres.

Empieza Vuelve a la Vida, desde la escena inicial este documental marca un ritmo y ambiente brillantes, como las mejores y escenas más enternecedoras de Los Que Se Quedan (documental que Hagerman codirigió con Juan Carlos Rulfo). La historia de una leyenda acapulqueña, un pescador/buceador que se convertiría en mito, al grado de tener hasta un biógrafo de su vida. ¡Un biógrafo! Se cuenta que Hilario Martínez, su familia y algunos amigos cazaron un tiburón tan grande y fuerte que tardaron ocho horas en sacarlo del mar, también se dice que Hilario enamoró a una gringa de muy buen ver (que hasta apareció en las portadas de Harper's Bazar y Vogue), que tuvo hijos con ella y que todos vivían felices en Acapulco. Hilario, o el Perro Largo, como fue conocido por los acapulqueños, se convierte en la leyenda popular, o el héroe mitificado a través de anécdotas simpatiquísimas y fantásticas (al punto se sonar irreales). Un documental que glorifica la anécdota, a la figura del héroe popular, el fiestero y populachero. Vuelve a la Vida tiene un estilo tan carente de pretensiones, tan fresco y tan original que se convierte en una verdadera delicia. Como un vuelve a la vida, precisamente.

Le segunda parte de la proyección, Las Águilas Humanas de Arturo Pérez-Torres es, en síntesis, un mal documental. Sigue a un circo guatemalteco ambulante. Es inevitable no compararlo con La Cuerda Floja de Nuria Ibañez, documental que sigue la misma premisa pero que resulta en un trabajo mejor logrado, por mucho. Examina la miseria que se vive en el circo desde una óptica algo morbosa, trata de introducir casos de violencia de género pero se siente forzado y poco sútil, los personajes rara vez interactúan entre ellos, por lo que no se examina la dinámica fuera del espectáculo. Muchas de las entrevistas se centran en el documental mismo, en lugar de darle importancia al circo y la precaria situación que se vive en él. Flojo, jamás logra establecer un ritmo o despertar empatía con los personajes. Mal intento, mal manejado desde el principio hasta el final. Lástima (poquita).

Y ya.
Pos nada, yo tomando un café (que ni es café, es té pero ustedes qué). Eh... pues... quería que vieran mi proceso creativo, goeeeee.

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