Quien haya visto una película del estadounidense Oliver Stone sabe que es un director igual de inconsistente que controversial, a nadie le puede caber ni la menor duda de que a Stone le gusta abordar temas políticos tabú en sus películas. En Platoon (1986) Stone se atrevió a hacer un crudo retrato de una guerra que estaba fresca en la mente de los estadounidenses, en JFK (1991) Stone nos trajo un exagerado relato sobre una conspiración alrededor del asesinato del presidente John Fitzgerald Kennedy, en Nixon (1995) Stone trató de humanizar, mas no justificar ni defender, al entonces más controversial presidente de la historia de EUA, era cuestión de tiempo para que Oliver Stone hiciera un filme sobre los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001, en World Trade Center (2006) hizo un aburrido, cursi y pretencioso relato sobre los héroes del 9/11. En su más reciente película, Oliver Stone explora la vida de George Walker Bush, el 43° presidente de EUA y que al parecer le ha arrebatado a Richard Nixon el podio como el presidente más controversial de la historia.
A diferencia de Nixon, ahora Stone parece justificar los errores de Bush. Bush no es presidente por sus propios meritos, el no tiene la culpa de haber declarado la guerra o de ser un mal presidente, todos aquellos que lo rodean y lo aconsejan parecen ser los culpables, Bush es un títere que cualquiera maneja a su antojo. El Bush de Stone sueña con un campo de beisbol vacio, recibe ovaciones, el Bush de Stone no quiere ser presidente, más siente una enorme presión por parte de si mismo por serlo. Tal vez queriendo dotar al personaje de un poco de humanidad, la historia le da un gran peso a la relación de Bush padre con Bush hijo, caricaturiza su relación y no duda en inventar conversaciones y peleas donde Bush padre esta a punto de "surtirse" a Bush hijo.
La película no retrata el momento más importante de la presidencia de Bush, lo cual me pareció un tremendo desacierto, hubiera sido mucho más interesante, además de haber dotado de mucha más intensidad al personaje, mostrar las reacciones de Bush durante de los ataques del 9/11 y solo se hacen vagas referencias del evento.
W. (2008) comparte pocas características con la ya mencionada Nixon, carece de ese realismo y melancolía que Stone impregnaba al personaje de Richard Nixon y en lugar retrata a un George Bush estúpido y con todas aquellas características que tiene un niño malcriado. El Bush de Stone tiene un exagerado acento texano, se preocupa más por su velocidad corriendo que por la guerra en Irak y es muy torpe tanto en sus movimientos como al hablar.
La película no cumple para nada con los lineamientos de una buena biopic, Stone la llena de momentos incómodos, chistes sin gracia, cliches y lugares comunes, lastima que nos encontremos ante una historia que tenia mucho potencial, llega un momento que el espectador cree haber escuchado los diálogos y visto estas actuaciones en un mal sketch de Saturday Night Live o en alguna sitcom mexicana de Televisa. A eso sumémosle una banda sonora que no tiene nada de original y que solo sirve para acentuar aquellos momentos dizque tristes dizque melancólicos, una mala edición, donde las imágenes de archivo son muy mal usadas, malas actuaciones de todo el cast, en especial de Thandie Newton, insufrible la señora y un estilo narrativo pobre que se basa en flashbacks de momentos que parecen completamente aleatorios en la vida de Bush y tendremos un tropiezo aun mayor para Stone de los que fueron Alexander (2004) o World Trade Center (2006), aunque ya no mucho se puede esperar de un director oportunista, poco original y que hace más de 10 años fue la ultima vez que hizo algo decente. Alguien debería decirle al Sr. Stone que deje de hacer política y mejor nos de cine.
Aclaro que no odio, ni siento empatía por George Bush y tengo una posición totalmente neutral hacia el, su administración y su figura.
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