Monday, August 24, 2009

De mi idea millonaria

Ayer mientras me lavaba los dientes vino a mi mente una idea revolucionaria que me haría millonario y por la cual mi nombre quedaría grabado en la historia como uno de los mejores inventores de productos de belleza de la historia.

Simple… una línea de productos con olor/sabor a pasta de dientes. Brillante, ¿a poco no?

Inmediatamente corrí a mi computadora y lo tuitée.

Me terminé de cepillar los dientes, me cambie rapidísimo y ya.

Corte a: Saúl se está poniendo su pijama.

Huelo algo, ¿menta? ¿yerbabuena? ¿té?

Me toco la espalda, había algo pegostioso en mi espalda alta, lo primero que pensé fue que me estaba descarapelando o que estaba leproso o algo por el estilo. Pues no.

Me quito lo que tengo en la espalda, lo huelo. No mamar, ya sé que es. Lo pruebo solamente para comprobar mis sospechas.

Ese olor refrescante era nada más y nada menos que pasta de dientes de sabor té verde.

¿Que cómo llegó allí?

Pueeees no les diré… porque si les digo probablemente se reirán de mí y se burlaran y tendré que ir con mi mamá a llorar y acusarlos a todos por se tan malos conmigo y me diran "Saúl esa es una idea estúpida" y me bajarán la moral y jamás se me recordará por ser el gran inventor de la línea de productos de belleza con sabor/olor a pasta de dientes.

He dicho.


 

1 comment:

Dídac Muciño said...

te chaste la pasta de dientes para quitarte un barro de la espalda!!!

hola ñ__ñ