Y el karma existe señores.

Acabo de regresar de la convivencia de generación de mi escuela, sí, esa a la que juré no ir. Patético, ¿no?

Nomas contaré el evento más súper importante porque lo demás estuvo medio de súper flojera, goooooooei.

Si no iba disfrazado a la fiesta me hubiera visto ridículo (era una fiesta de disfraces, dah), (más) teto y super aguado, gooooei. La mayoría llevaba buenos disfraces y no me podía quedar atrás. Me puse un gorro chistoson café bien padrote (busquen en el videopost y lo verán), un pantalón de pijama y chanclas.

Sí, chanclas.

Fui muy, MUY estúpido, solo a mí se me ocurre ir a una fiesta con 60 chamacos quinceañeros y harto punchis punchis en chanclas.

Y pasó

Me pisaron.

Un estúpido corrió y pisó mi dedo chiquito del pie, anduve quejándome como nena por el dolor toda la noche, pero nomas por orgulloso no fui con el paramédico, porque me hubiera visto estúpido y como una nena llegando a quejarme y berrear del dolor nomas porque me habían pisado. Osea, que oso gooooooei.

Al día siguiente me costaba harto trabajo apoyar el pie, sentía un dolor que no mamar, NO MAMAR. Mientras me bañaba vi en mi dedo algo negro, traté de quitármelo restregándolo un poco. ERROR, me dolió hasta el alma.

El dedo se me puso negro, como si me hubieran pintado con plumón indeleble. Fui como vil nena con el paramédico a berrear del dolor y me dijo que nomas fue el golpe y un moretón. Osea que me SÍ vi como una vil nena.

Ya después no me dolió tanto, pero se sigue viendo refeo y morado.

Fue hasta después que me acordé de la gorda que había pisado en el concierto de Jason Mraz y sentí una culpa horrible. ¿Feliz karma? Me sentí CUL-PA-BLE y HO-RRI-BLE, you did it karma.

Lección: el karma existe y me la volteo bien gacho, really jamás pisaré a nadie a propósito.

Saúl le pide disculpas a la gorda (es de cariño, es de cariño) que pisó en el concierto de Jason Mraz y JURA jamás pisar a nadie más a propósito porque se siente horrible, acto seguido Saúl empieza a llorar por su dedo chiquito del pie.