Este será el único post político que encontrarán en el blog, aprovechen.

Por necedad, flojera o para tener un pretexto para una reunión familiar algunos de mis tíos no han cambiado su domicilio en la credencial de elector y su casilla sigue siendo la de la casa de mi abuelo, por eso todos los días de elecciones hay comida familiar en la casa (de un amarillo asqueroso) de mi abuelo. La comida incluye la visita a la casilla pa' que los chamacos veamos como funciona la democracia en nuestro país y nuestros padres se sientan harto orgullosos por haberles enseñado a sus retoños sobre el deber ciudadano… bah, patrañas.

Ahí se reúnen mi tía priista que dice que Madrazo está guapísimo y "que bárbaro que señor tan guapo", mi tío que se rehúsa a tener credencial de elector porque no quiere que el IFE venda sus datos, mi tío perredista izquierdoso e intelectualoide, mi madre panista hasta la muerte y que ama halagar el gobierno de Calderón, mi abuelo priista que añora el gobierno duro de los 70s, mi padre perredista y que repudia a FeCal, mi tío huevón que le robaron la credencial hace más de un año y no ha ido a renovarla (de todas maneras no tiene ni la más mínima convicción política) entre otros personajes que son dignos de mencionar en posts más largos. Las comidas familiares-electorales no tienen madre, nomás pongan a gente de diferentes partidos e ideologías políticas en plena jornada electoral, denles carnitas, barbacoa y alcohol al por mayor. El resultado es hilarante. Nunca se me olvidará cuando mi tía priista auguró con un talismán la victoria de Labastida o como mi madre nos hacía a mi hermana y a mí propaganda panista a la hora de la comida.

Hoy la cosa no se puso tan buena como en años anteriores, todo el lado izquierdoso de la familia faltó a la reunión y la mayoría de la plática no giró en torno a eso. Lástima, tendré que esperar 3 años.

La extensa gama de posturas políticas que existe en mi familia ha hecho que conozca diversas ideologías: el conservadurismo de mi mamá, el caciquismo y la mano dura que prefiere mi abuelo, el socialismo izquierdoso de mi papá, el abstencionismo y vale madrismo de mi tío y la desconfianza a las instituciones políticas que tiene otro de mis tíos.

Pero… ¿y yo?

Hoy, cuando mi mamá se despedía de la funcionaria de casilla la señora volteo a verme y dijo: "y a ver si lo vemos en 3 años por acá joven".

"Claro que la veré, señora" le respondí.

Mi mamá dice que ella no vota por candidatos, vota por el partido. Supongamos que utilizo esa misma filosofía y que tuviera la edad para votar, ¿por quien votaría?

70 años de dictadura, de burocracia idiota, de corrupción y de un gobierno cacique me impiden decir que votaría por el PRI. 9 años de un dizque cambio, de un retroceso económico impresionante, de ideas religiosas mezcladas con la política y de violaciones a los derechos humanos más básicos me dicen que de ninguna manera diría que el PAN. Un socialismo barato, una dizque izquierda y un partido que vive del escándalo me obligan a decir que mi voto tampoco iría al PRD. Ahora, los partidos pequeños son lo más repugnante que hay en nuestro sistema electoral, que se vayan a la chingada.

Ups, se me acabaron los partidos.

¿Anular mi voto? ¿Para qué?

Aproximadamente 7% de los votos fueron anulados en estas elecciones y nadie habla de ellos. Los del PRI se regocijan de su inmerecido triunfo, los del PAN tratan de no echarse a llorar y luchan por mantener la cabeza en alto, los del PRD mueren de pena, los de los partidos chicos (excepto los del PSD) se regresan sin perder su registro con millones de pesos bajo el brazo. ¿Que pasó con ese 7%?

¿Que pasó con Esperanza Marchita? ¿Dónde quedó el "Así No"? ¿Acaso la apatía y la protesta del 7% no importan?

Gente de los medios, gobernantes y líderes de partidos: NO TIENEN MADRE.

¿Saben qué? Yo también estoy harto y solo tengo 15 años. A los 15 años me queda claro que no le importo a mis gobernantes, me da coraje que los partidos se lleven el dinero del pueblo, que amarillos, tricolores y blanquiazules sean todos iguales.

Me da vergüenza vivir en un país con una clase política tan deficiente, pobre, inepta, corrupta, inútil y tirana.

No, así no.

Si hoy pudiera votar yo estaría con ese 7%.