Las 10 películas… serie interesantísima de mis 10 “filmes predilectos”

(Esta será una serie de mis 10 películas favoritas, estas se irán alternando con un post de lo que sea, entonces así iría la cosa; película 10, post de whatever, película 9, post de whatever, get it?)

Beware, spoilers ahead.

El Gabinete del Dr. Caligari de Robert Wiene (1919)

Puedo afirmar que los primeros años del cine, cuando aun se experimentaba con este nuevo arte, fueron donde surgieron las películas más "ricas" y que emanan sentimientos y emociones mucho más puras a aquellas a las cosas tan artificiales y "facilotas" a las que nos ha acostumbrado el Hollywood moderno. Por eso cuando hablamos de El gabinete del Doctor Caligari no solo nos referimos a los mismísimos orígenes del cine sino que además estamos hablando de una película que bien podría pasar como una gran opera clásica, una grandiosa pieza teatral o una excelente obra literaria muy al estilo de Edgar Allan Poe. Es ese aire tan misterioso y ornamentado, además de un etilo tan exagerado y radical lo que le da ese hipnotismo que me encanta. La película nos adentra a un mundo de fantasía, locuras y misterio del que no nos deja salir, un mundo decadente, donde seres malignos (sin tener ninguna razón aparente para serlo) se quieren apoderar del mundo que los rodea.

Francis, el personaje principal, narra la historia del Dr. Caligari, un hipnotizador de feria que tiene un esclavo sonámbulo que asesina a cualquiera que el doctor le ordene, lo cual ha creado una serie de asesinatos en un pequeño pueblo alemán. La histeria inunda al pueblo y la locura del Dr. Caligari va en crescendo. Justo cuando creemos llegar a un predecible final nos encontramos en un manicomio, Francis y los demás personajes se encuentran encerrados, entra el doctor de cabecera; es el Doctor Caligari. Una ciudad, un manicomio y una feria serán los escenarios de este extraordinario filme.

Considerada por muchos críticos como la primera película de terror y fantasía en la historia, es además una de las películas más raras y estrafalarias que jamás se hayan rodado. Interpretaciones que caricaturizan la realidad al extremo, una dirección de arte mágica que sí parece sacada de un paciente de hospital psiquiátrico; bancos gigantescos, sombras pintadas en las paredes, cuartos pequeñísimos y figuras geométricas que inundan los sets de la película, lo cual le da una "violencia" estética impresionante y que es difícil no adorar.

Wiene da rienda suelta a su creatividad; flashbacks dentro de flashbacks, sets lo más alocados posibles, movimientos exagerados de parte de los actores, le da una extraordinaria belleza a lo feo y lo grotesco, nos da escenas que rayan en lo ridículo, se divierte con las luces y la sombras, juega con el maquillaje de sus actores, crea personajes que por más inverosímiles que parezcan nos hace creer que en realidad existen, además de crear una trama que hasta nuestra época parece innovadora y diferente. Cuando al final se le revela al espectador que todo lo que ha visto no es nada más que un sueño de un loco no se puede impedir sentir una gran admiración y sorpresa, solo la mente de un genio pudo haber ideado lo que el espectador acaba de presenciar.